jueves, 8 de noviembre de 2012

Las aves en la mitología clásica: El castigo a Hierax




El género Hieraetus, bajo el que están el Águila calzada y la perdicera, tiene su origen en el griego hierax: halcón, más un sufijo –atus de vinculación o relación, o sea, que significa relacionado con los halcones, relación debida tanto a criterios etológicos como anatómicos. Pero Hierax, también fue personaje implicado en uno de los líos de faldas de Zeus. Io le cayó en gracia a Zeus, y andaba buscado la manera de liarse con ella. Hera llegó a descubrirlos "en la cama", así que cuando tuvo oportunidad convirtió a Io en vaca y se la confió a Argos, el gigante de los mil ojos, para que la vigilase.  Zeus, en forma de vaca o humana, quería a Io a toda costa, así que mandó a Hermes (era el cartero de los dioses) a buscarla. Aquí es donde aparece Hierax, parece ser tenía la lengua muy larga, y se fue con el cuento a Argos. Argos estaba esperando al mensajero. 
Hermes, Argos y la bella Io

A Hermes no le quedaba más remedio que enfrentarse con Argos para llevarse a la hermosa vaca Io. Al final, Hermes mata a Argos de una pedrada, después de dormirlo con la música de su flauta. No obstante, no logra su cometido, pues Hera ata un tábano a los cuernos de Io, esta huye desbocada ante los continuos picotazos del tábano. Hermes le cuenta la historia a Zeus, ante lo cual, y viendo que Hierax era un chismoso, lo castigó, lo convirtió en Halcón. De ahí, que hierax sea halcón en griego.
Hera, dolida por la muerte de Argos, y en agradecimiento a su sacrificio, pone los ojos de Argos en la cola de su ave favorita, el Pavo real.

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