Aunque esta voz hoy en día asigna a varias espeices del género Alcedo, los documentos que aquí presentamos la
vinculan a las acuáticas (entre ellas las gaviotas y anátidas). Sobre
el uso del nombre, es posible que estuviese restringido al ámbito académico,
herencia de las lenguas clásicas.
El Bocabulario
del humanista de Palmireno define:
Alcyon, la Paviota
Luis Zapate en
su Libro de cetrería (1583) nombra
como presas del Halcón, vinculado a las anátidas, gaviotas y garzas:
[pato y cerceta.
Gallina y gallineta. Alcion pauiota.
Garça blanca y garçota. y
de vn almete
la parda y martinete.]
Otra referencia a este ave que
nos separa de la asignación a Alcedo
athis, es el relato que nos da Fray Luis de Granada (1583) así lo explica
en Introducción del símbolo de la fe
sobre la creencia en el mundo clásico que el Alción era capaz de predecir el
tiempo atmosférico, hecho que aprovechaba para el desarrollo de la cría:
[Pues no es cosa menos admirable la que San
Basilio y San Ambrosio cuentan de una avecilla que se llama alción, en la cual
quiso el Criador mostrarnos más a la clara la perfección de su providencia, y
cómo en ninguna cosa falta. Para esto dio a esta avecilla una inclinación de
hacer su nido en el arena junto a la mar, y esto en medio del invierno. Pues
¿qué remedio para que no lo ahoguen las ondas de la mar, cuando anda alterada?
Alguno pudiera decir que se descuidó en esto la providencia, pues dio
inclinación a esta ave que pusiese los huevos donde no podía conservarlos.]
Feijoo (teólogo
y filósofo) pondría en duda en su Theatro
crítco universal (1728) ponía en duda esta creencia:
[Alcyón. No tengo por
impossible que la ave llamada Alcyón presienta el tiempo
sereno, pues vemos que alcanza a lo mismo el instinto de otros brutos, pero me
ocurren no pocas, ni leves dificultades para creer lo que cuentan los
naturalistas, que, previendo los dias que ha de estar el mar tranquilo, se
aprovecha de ellos para el coito, para el parto, para la incubación, y para la
educación de sus polluelos. La primera, porque catorce dias de
tranquilidad, que señalan los naturalistas que más liberales están para este
efecto, son mui corto plazo para todas aquellas operaciones, en las quales la
naturaleza observa más largos periodos en todos los demás animales que los que
caben en tan breve espacio de tiempo. La segunda, porque el alcyón podrá
presentir el tiempo sereno de la región donde vive, mas no de otras distantes,
y el mar, por la continuidad de sus aguas, muchas veces está inquieto, pongo
por exemplo, en esta orilla donde se goza serenidad, en fuerza de la agitación
que dan a sus ondas los vientos o uracanes que se revuelven en alguna región
remota. La tercera dificultad se funda en la gran variedad y discordia
con que hablan de esta maravilla los naturalistas. Unos dicen que pone
el nido, y pare sobre las ondas, Pendentibus aequore nidis,
como cantó Ovidio, lo que parece increíble; otros, que en la última
extremidad de la orilla. Unos señalan catorce dias, que es la sentencia
más común, otros, siete y otros, nueve. Unos colocan los dias alcioneos,
y parto de las alciones cerca del solsticio hiverno, diez, o doce días antes de
Navidad, pero Columela los retarda hasta el mes de marzo.]
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