Aves olvidadas: El Abadejo
Es una voz en desuso para nombrar, según
la documentación aportada, a una especie o género de aves pequeño. Según
el diccionario de Covarruvias (1726):
“Ave muy
pequeña, viva e inquieta, que anida en las paredes: vive tres o
cuatro años:
canta casi siempre, mucho en Mayo. Trochilus, Rex avium”
creemos que puede
corresponder al género Regulus sp. ya
que otros de los nombres que se le dan en España es Reyezuelo (de ahí Rex avis: rey de las aves), aunque por las señas que nos
da Covarrubias puede ser Parus, e
incluso Troglodytes o Phylloscopus. Todas corresponden a aves
pequeñas, inquietas, aunque no coinciden, en cuanto a coloración, con lo dicho
por Fernandes (1656). No creemos que tenga que ver con el abadejo que Bernís en el Diccionario de nombres vernáculos(1995) menciona como propio de Huesca para nombrar
a Milvus, la coincidencia puede
deberse a motivos etimológicos.
Nuestra
tesis sobre su asignación al género Regulus,
podemos hallarla también en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, ya
en su edición de 1817:
ave del orden de los pájaros, de tres á
cuatro pulgadas de largo, que por la variedad de sus colores es de los más
apreciables del continente europeo. Motacilla Regulus.
Sólo
hallamos un texto, que nos da datos del color de las aves mencionadas;
Fernandes Ferreira se refiere a las presas de los halcones en su Arte de la caça de altanería publicado en 1656:
por
los pájaros pequeños como ruyseñores y
tifillas y a los abadejos blancos y negros y mirlas
A
estas acompañan grande caterba de páxaros menudos, mirlas, abadexos, papahigos, abejarucos, ruiseñores, rabibermejos,
tifas y otros muchos, tanbién tórtolas
y torcaces
Francisco
Bernardo de Quirós (1656) hace referencia a esta ave en su relato de Aventuras de don Fruela:
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