Antígona
la cigüeña
En Troya, según cuentan los clásicos, hubo una chica llamada Antígona,
hija de una gran rey Troyano llamado Laomedonte (hubo otra Antígona famosa, que
era hija de Edipo y Yocasta). La cuestión es que aquella chica tenía gran belleza,
destacando, de entre todos sus atributos (que debían ser muchos, por lo que
tengo leído), su cabello, una larga melena que cuidaba con esmero, y de la que
se jactaba y presumía ante todos, incluso, afirmaba que era más bella de la
misma Hera (o Juno según se lo narra un griego y un romano). Esto no debió
gustar mucho a aquella diosa, que además de ser muy hermosa (la que más, por lo
visto) era también bastante irascible y muy vengativa. Así, que ante los
alardes de aquella mortal, decidió castigarla, para ello convirtió sus cabellos
en serpientes y culebras. La pobre chica desconsolada alegó a los dioses,
éstos, muy piadosos, decidieron
transformarla en Cigüeña, ave que mata y come serpientes.
En la literatura castellana hay una novela pastoril en verso, que data del
siglo XVII titulada La pastora de
Mançanares y desdichas de Pánfilo (Cristina Castillo Martínez (2005) Antología
de libro de pastores. Centro de estudios Cervantinos) que en uno de sus versos
nos habla de lo que aconteció:
Esta cigüeña de bes,
si con atención la miras,
es hija de Laomedonte
y tiene por nombre Antígona.
Del rey Príamo era hermana
y con Juno competía
y combirtióla en cigüeña
assi en lo más alto abita
No conocía esta historia de la cigüeña, me ha gustado :) Esos dioses que mala leche tenían.
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