miércoles, 23 de abril de 2014

Aves en la literatura medieval: algunas citas de águilas

   En una entrada reciente (21/04/2014) hablamos de las aves citadas en el Cantar de Mio Cid y otros romances vinculados a él, en esta ocasión buscaremos referencias sobre las águilas en la literatura medieval, que si bien no nos dan muchas reseñas, encontramos algunas de interés.

    En el Cantar de Roncesvalles (relacionada con la francesa Chanson de Roland), del que se conservan nada más que cien versos, narra las andanzas del caballero Roldán, general de Carlomagno, en la conquista de Hispania contra las orbes islámicas, y fue escrito entre el 1220 y el 1250, en una variedad del romance a medio camino del castellano romance y el navarroaragonés. La versión que yo consulté del Cancionero de Romances (anterior al año 1550), se cita una escaramuza, soñada, entre un azor y un águila:


Un sueño soñé, doncellas,
que me ha dado gran pesar
que me veia en el monte
en un desierto lugar,
de so los montes muy altos
un azor vide volar.
Tras del viene un aguililla
que lo inca muy mal.
El azor con grand ecuita
metiose en su brial
el aguililla con grande ira
de alli lo iba a sacar,
con las uñas lo despluma,
con e pico lo deshace.

    Volvemos a encontrar referencias a águilas en el Cantar de los Siete Infantes de Lara, las versiones que conocemos datan del siglo XIII, pero Menéndez Pidal encontró rastros de un cantar de gesta que fechaba en el año 1000, por lo que esta obra sería una de las más antiguas de las literatura castellana, junto con El Cid y el Cantar de Fernán González, la verdad es que la temática es digna de una serie televisiva de TVE, girando la trama en torno a disputas familiares y la sombra de una venganza. Pues bien, en la versión que he consultado (Reliquias de la poesía épica española de Menéndez Pidal, de 1951), se encontramos la siguiente cita:

un aguila cabdal ferrera que estava encima de un pino

Emblema de la casa Ximena
    Tenemos aquí una clara referencia al águila real (Aquila chrysaetos), cabdal es caudal o principal, que otra especie más que la real habría de ser, símbolo de muchas casas reales e imperios, incluso del apóstol Juan.

   Existen otras referencias medievales al águila caudal, así en el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita (1320), en el Ensiemplo del aguila e del caçador se cita:



El aguila cabdal canta sobre la faya,
todas las otras aves de ally las atalaya:
non ay pendola della, que en la tierra caya:
sy vallestero la falla, preçiala mas que saya.

    Siguiendo el repaso de citas de águilas en algunas obras literarias medievales, tenemos el cuento 33 de El Conde Lucanor, de Juan Manuel (1330), donde Sempronio relata Lo que contesío a un falcón sacre del infante Don Manuel con una águila et con una garça. Podemos leer el cuento en este enlace
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-conde-lucanor--0/html/00052e2a-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html





    En otra ocasión hablamos del Libro de los gatos (Lemir 3, 1999) escrito entre 1350 y 1400, que es  traducción de Fabulae de Odo de Cheriton, en él se nombran muchas de las fábulas de Esopo, y encontramos algunas relativas a águilas, no nos ofrecen información sobre la historia natural de este grupo, pero a nadie le desagrada una fábula bien contada, por lo que este libro es de gran interés. De todas las relativas al águila, tengo predilección por el Enxemplo del aguila con el cuervo, que ahora transcribo y con la que cierro la entrada:


El águila una vegada habia mal de los ojos; el cuervo, que es físico de las aves, demandóle consejo qué podria facer para el mal de los ojos. Dijo el cuervo: "Yo traeré una buena yerba que vos sanará luego." Et dijo el águila: "Si tú eso faces, yo te daré buen galardon." Estonce el cuervo tomó el zumo de las cebollas, é fizo emplasto é púsogelo en los ojos, é ansí commo gelo hobo puesto cegó luego el águila, é despues que el cuervo la vió ciega comió á sus fijos; et dijo el águila: "Maldicha sea tu melecina que non veo nin punto; encima desto me has comido mis fijos." Et el cuervo respondió: "Mientra que tú veias nunca podia comer de tus fijos, maguer que mucho los deseaba comer, é así lo hago despues que tú fueste ciega é es el miedo complido." Por el águila se entiende el prelado; ca el prelado ha los ojos abiertos, que está en buen estado é guardado de pecado, que non ha cuidado de otra cosa salvo de servir á Dios é de guardar su pueblo. Los fijos del águila é el cuervo se entiende por el diablo que está deseando aqueste pueblo para lo matar é comer; mientra aquel prelado ha los ojos abiertos, todo su deseo es nada; mas ¿qué face el diablo? Face un plasto de ligamiento de las cosas temporales, é échalo en el corazon del prelado por tal que ponga en ellas todo su cuidado, é que non pueda en ál pensar nin entender en las cosas celestiales. Ansí lo face el prelado, que pone todo su cuidado en sus rentas é en las otras cosas temporales, ansí que los ojos celestiales son ciegos, é despues el diablo come los fijos feriendo como el águila de la una parte é de la otra. Esta postura fizo Michas con Gabet é con Galeat, que él con todos los suyos que se sacasen los ojos derechos é que los dejaria en paz, ansí commo se cuenta en el primer libro de los Reyes. Aquel paresce á la serpiente antigua que face tanto cuanto puede por les toller los ojos espirituales porque non puedan conoscer las cosas celestiales en esto; ansí que son á siniestro, ansí commo muchos otorgan en esto ha menos en un ojo.

1 comentario:

  1. Muy interesante...nunca había oído lo del "águila cabdal"..."Nunca te acostarás sin saber una cosa más"...Salud!!

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