Releyendo una traducción de la Encyclopedia metódica de Louis Jean Marie Daubenton (1788), me llamó la atención la mención
de un ave cuyo nombre ha caído en desuso, Papavientos, y quizás fuese un nombre mucho más
acorde con los hábitos del género Caprimulgus,
que es al género al que nombra la voz normalizada como Chotacabras (voz de
origen casi mitológico). El autor citado nos dice además:
[Los nombres por los que es mas conocido este páxaro son los de sapo volante y chotacabras]
De entre los nombres que se le dan a ave este es quizá la que más se aproxima a los hábitos de este grupo, que vuela con la boca abierta con el fin de cazar los insectos que forman el aeroplancton, por contra, como ya apuntamos, la voz normalizada tiene un origen basado en una creencia popular, aunque Bernis lo daba como el más extendido, cosa que no parece ser así ya que la voz Papavientos aperece en muchos lugares de la Península Ibérica.
Las Obras completas de Buffon, traducidas y comentadas por Antonio Bergnes y de las Casas (1832), hablan con acierto sobre el tema:
[Cuando
se trata de dar un nombre á algún animal, o lo que viene á ser lo mismo, elegir
uno entre muchos que se le han dado, fuerza es á mi ver preferir el que
presente idea mas justa de su naturaleza, propiedades y hábitos, despreciando
los que tiendan á acreditar falsas ideas ó á perpetuar errores. Siguiendo este
principio, deseché los nombres de Mama-cabra, Sapo-volante, Grande mirto,
Cuervo nocturno, y Golondrina de cola cuadrada, dados por el vulgo ó por los
sabios al ave de que se trata. Refiérese el primero á una tradición, en verdad
muy antigua , pero mas sospechosa aun, por ser mas difícil suponer en un ave el
instinto de mamar de una cabra, como á esta, la complacencia de consentir que
el ave la chupe, siendo igualmente incomprensible cómo mamando aquella, pudiera
hacer perder á esta su leche. Por esto, habiéndose Schwenckfeld informado
exactamente en un país donde había numerosos rebaños de cabras en aprisco,
asegura no haber oído decir á nadie que jamás se hubiesen ellas dejado chupar
por ninguna ave. Ello será que el solo nombre de Sapo-volante haya atribuido á
esta ave lo que con mayor fundamento se sospecha de los Sapos.
He
igualmente desechado los demás nombres que se le dieron, por no ser ni Sapo, ni
Nirlo, ni Cuervo, ni Lechuza, ni aun Golondrina, á pesar de parecérsela en
algo, habida razón ya de sus hábitos ya de su conformación exterior, en sus
pies cortos, por ejemplo, pequeño pico seguido de ancho gaznate, elección de alimentos
y modo de tomarlos, diferenciando con to-do«sto de ella bajo otros aspectos lo
que un ave diurna difiere de la nocturna, lo que un ave social difiere de otra
solitaria. A mas de que es diverso su grito y desigual el número de sus huevos,
que acostumbra depositar en el tiempo de sus viajes á raiz de tierra; y aunque,
como se verá mas adelante, existe una especie de Golondrinas de cola cuadrada,
ni aun con esta deberá confundírsele. Consérvele por fin, el nombre de
Papavientos porque si bien algo vulgar, expresa muy bien la actitud del ave,
cuando tendidas las alas, zahareño el ojo y abierta la boca, cuanto puede,
vuela con zumbido sordo en busca de los Insertos en que hace presa pareciendo
engullirlos con solo la aspiración.
Aliméntase
en efecto de Insectos, nocturnos sobre todo, por no romper el vuelo ni empezar
su caza sino cuando está el sol poco elevado en el horizonte; y si la empieza
al medio dia eso será bajo un horizonte cargado 6 nubloso. No sale en un bello
dia sin verse precisado á ello, y en este caso su vuelo es bajo y poco
sostenido. Tiene tan sensible la vista, que mas bien le deslumhra que no le da
luz el dia claro, de modo
que
solo puede ver con débil luz, mas no se crea por esto que vea y vuele en total
oscuridad. Encuéntrase en el caso de las demás aves nocturnas, las que con toda
propiedad deberían llamarse mas bien aves de crepúsculo.
No
tiene necesidad de cerrar el pico para impedir que huyan los Insectos que ha
cogido; lo interior de este pico está como empegado de una materia viscosa que
parece manar de la parte superior, y que es bastante á retener las Mariposas y
aun los Escarabajos, cuyas alas se pegan allí.]
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